A lo largo de nuestra vida, en
muchos momentos, habrá “disparos” y no vamos a estar preparados para ello,
nunca se está. Lo mejor que podemos hacer es vivir como realmente queremos, preocupándonos
por los demás y ocupándonos de nosotros, vivir respetando a los otros, no
dejándonos llevar por nada ni nadie (pero dejándonos aconsejar), al fin y al
cabo las decisiones son nuestras, cada uno aprende según sus decisiones ya sean
correctas o no. Hemos de ser íntegros, no intentar aparentar lo que no somos
por un ápice de protagonismo en la vida de los demás de manera superficial.
Tenemos que ser agradecidos con los demás, darnos a las personas siendo lo que
somos dando lo mejor que tenemos, queriéndoles, demostrándoles cariño, ayudándoles.
Y aunque vengan disparos, levantarnos de la mejor manera posible y en este caso
dejándonos ayudar por quien nos quiere, intentando avanzar cada día en el
camino de nuestra recuperación.
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