Alfie es un personaje, que
probablemente, por miedo a no estar a la altura a la que pretendía estar sobre
los demás, aparentaba ser lo que no sentía, era como un ser sin sentimientos y
se dejaba llevar por sus pensamientos sin pasar a preguntarle al corazón.
Durante un tiempo esto puede parecer una manera correcta de estar o encajar en
la sociedad. Pero hay momentos en la vida en los que las circunstancias, hacen
que florezcan nuestros sentimientos sin quererlo y es cuando se descubre
quienes somos realmente. Para saber qué es bueno y está bien, o qué es mal y está mal, no podemos actuar con la cabeza,
pues de esa manera pensarás que algo es así porque tiene que serlo. Sin embargo,
cuando nuestros pensamientos y nuestros sentimientos están ambos en armonía con
nuestra forma de actuar descubrimos si lo que estamos haciendo es o no bueno e
incluso si es lo que nos hace felices. Debemos dejar brotar esos sentimientos a
la hora de actuar y no dejarnos llevar por lo que pensamos sin sentir, o lo que
sentimos sin antes pensarlo un poco, puesto que también hay que controlar esos
sentimientos, que a veces nos juegan malas pasadas. En definitiva, es una
cadena donde; creencias, donde sus valores, pensamientos, sentimientos (actitudes),
se manifiestan en actos, y todo está relacionado.
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